La importancia del ambiente para dormir
Si consideras que has seguido todas las recomendaciones que existen sobre el sueño como no tomar estimulantes varias horas antes de acostarte, tus siestas son cortitas, te preparas cenas ligeras, sigues una rutina de sueño similar todos los días, no haces deporte 2 horas antes de acostarte y aun así no consigues tener un descanso reparador, quizás el problema esté en tu habitación.
Lee con atención:
Hay que tener presente y aunque resulte muy obvio, que el dormitorio es tu espacio de descanso. Teniendo esto claro es importante que revisemos si es un lugar que nos invita a la relajación y si es lo suficientemente confortable.
Quizás nunca te has parado a pensar en cómo puede influir el hecho de realizar otras actividades en el dormitorio, pero según los expertos, cuando realizamos otras tareas en ese espacio como ver la TV, jugar a videojuegos, leer o escuchar la radio, podemos provocar sin ser muy conscientes de ello, que estemos enviando a nuestro cerebro mensajes contradictorios sobre la función que ejerce ese lugar, siendo al mismo tiempo un lugar estimulante y relajante. Si no dispones de otro entorno para realizar esas actividades, quizás puedes controlar los horarios en que las desarrollas, evitándolas en las horas previas al descanso y recordándole así a tu cerebro que el dormitorio pasa a ser tu espacio de tranquilidad.
Para conseguir asociar el dormitorio a un espacio de descanso es importante tener en cuenta los siguientes consejos:
- Lo primero de todo, no te metas en la cama si aún no sientes sueño.
- La intensidad de la luz debe ser tenue en los minutos previos a conciliar el sueño, es decir, cuando por ejemplo te pones el pijama o seleccionas la ropa de mañana. Cuando te dispongas a dormir, debes intentar estar en oscuridad absoluta, ya que, el efecto de luz sobre el cerebro es de activador. En relación a esto, también se debe evitar tener dispositivos electrónicos que emitan alguna luz en la habitación o que provoquen ruidos. Los dispositivos electrónicos tiene consecuencias como retraso en la secreción de melatonina, aumento de la alerta o retraso en el inicio del sueño.
- Conseguir en la medida de lo posible, un espacio libre de ruidos. Si no es viable, el uso de tapones puede ser tu aliado.
- También es de vital importancia la temperatura de la habitación, ya que no deberías pasar ni mucho frio, ni mucho calor. La temperatura recomendable suele estar entre los 18º C y 22º C.
- El dormitorio debe estar correctamente ventilado, no solo por oxigenar la habitación si no porque los olores influyen mucho en los mensajes que le llegan al cerebro. Usar un ambientador relajante a baja dosis puede favorecer la asociación de esa fragancia con el sueño.
- Evitar en la medida de lo posible decorar la habitación con colores muy llamativos, está comprobado que las tonalidades neutras o pastel, son las que más favorecen la paz, la relajación y el descanso.
- Decorar en exceso la habitación o el desorden también pueden influir de forma negativa en el sueño ya que el efecto que producen sobre el cerebro es estimulante. Debemos crear un espacio que trasmita calma mental.
Esperamos que estás recomendaciones te resulten útiles y te dejamos también un enlace sobre higiene del sueño elaborado por Luis.
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