MADRE
Madre, mi madre. Quería ser enfermera, se quedó en madre.
Madre cuidadora, madre sufridora, madre con todo lo que eso significa.
La perdí pronto, yo tenía apenas 30 años y ella 60, una chavala, según yo me voy acercando a esa edad.
Mi madre se multiplicó, lo daba todo. A mí, con mi enfermedad me quería con delirio, esos delirios positivos no patológicos; me quería a rabiar.
Mujer, esposa, madre, hija, amiga, todo lo que pudo hacer en sus casi 61 años.
La vida se la llevó y yo me tuve que hacer fuerte; me independicé y busqué sola mi camino, pero en mi corazón siempre estuvo, está y estará mi madre.
Ella me dio la vida física, psicológica y espiritualmente. Sí, mi madre fue una gran mujer. Seguro que desde donde esté me ayuda.
Conchita
Genial prosa