Biofilia: el contacto con la naturaleza nos sienta bien.

 

¿Conocéis el concepto de biofilia?

Ahora en verano, durante el periodo vacacional y porque los días se prestan más a ello, tenemos la oportunidad para estar más en contacto con la naturaleza.

El primero en utilizar el término biofilia fue Erich Seligmann Fromm destacado psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista de origen alemán. Fromm definió la biofilia como “la pasión por todo lo viviente. Es una pasión y no un producto lógico. No está en el “yo” sino que es parte de la personalidad”. Sin embargo, serán luego los estudios de Edward O. Wilson, entomólogo y biólogo estadounidense; los que demuestren el vínculo innato que existe entre los seres humanos y su entorno natural.  En 1984, describió este deseo innato de conectarse con los entornos naturales, y las experiencias positivas que derivamos de esta conexión, como la «hipótesis de la biofilia».

Es posible que hayáis notado que estar en la naturaleza, puede mejorar vuestro estado de ánimo. Ya sea caminando por el campo, zambulléndoos en una cala paradisíaca o simplemente disfrutando de un momento con las plantas y animales que te rodean en un parque, la naturaleza ofrece un respiro a las rutinas y demandas diarias.

Existen evidencias para respaldar el vínculo entre la exposición a entornos naturales y un mejor bienestar psicológico, que corroboran la biofilia. Los efectos positivos de pasar tiempo en la naturaleza sobre el bienestar psicológico y la salud están bien documentados. Sin embargo, no todos pueden disfrutar de un viaje a un espacio verde. Una nueva investigación sugiere que la exposición virtual a la naturaleza a través de la realidad aumentada y las películas, puede imitar el efecto y proporcionar un impulso al bienestar.

Vincularnos con la naturaleza, ya sea de forma directa o indirecta, nos brinda múltiples beneficios.

Mencionaremos a continuación algunos de las conclusiones a las que han llegado estudios sobre de los aportes que nos ofrece la biofilia a los seres humanos en nuestra vida cotidiana:

  1. Nos ayuda a relajarnos.
  2. Nos conecta con la sensación de libertad.
  3. Ayuda a reducir nuestras tensiones musculares y nerviosas. Fortalece el sistema inmunitario. Por ejemplo, en los bosques el aire está repleto de compuestos volátiles anti cancerígenos, de modo que respirar ese aire es beneficioso para nuestro sistema inmune.
  4. La relajación producida por la conexión del ser humano con la naturaleza permite la regeneración del organismo. Debido al aumento de DHEA (productor de las hormonas sexuales femeninas y masculinas), se protege al corazón, se previene la diabetes y se reduce el riesgo de desarrollar obesidad.
  5. Facilita la secreción de hormonas como la serotonina, que ayuda a controlar y regular los estados de ánimo.
  6. Contribuye a mejorar la concentración. Ayuda a reducir los niveles de estrés. Es beneficioso para reducir el riesgo a padecer demencia. Según un estudio, se descubrió que el hecho de dedicarse cada día a la horticultura, reduce en un 36 por ciento la probabilidad de padecer demencia.
  7. Ayuda a reducir la fatiga mental. Mejora la rendición a nivel cognitivo, fisiológico y psicológico.
  8. En niños y niñas ayuda a no desarrollar niveles altos de miopía, debido a que, estando inmersos en la naturaleza, la mirada se enfoca en simultáneos sitios a la vez.
  9. Estimula y potencia la creatividad.
  10. Algunas plantas de interior son capaces de purificar y limpiar el aire, eliminando los compuestos orgánicos volátiles (emitidos por mobiliarios, pinturas y materiales de construcción).
  11. Contribuye a mejorar nuestra salud mental. Reduce los sentimientos de confusión, depresión e ira.
  12. Ayuda a generar sentimientos bondadosos, de comunidad y empatía.
  13. Algunos estudios demuestran que escuchar sonidos de naturaleza en las oficinas ayuda a incrementar la productividad. La exposición de sonidos naturales en hospitales ayuda a obtener un mejor descanso.
  14. El aroma de menta natural puede ayudar en la ejecución mental y física.
  15. El contacto con los animales, como por ejemplo la interacción con perros, ayuda a incrementar los niveles de oxitocina (relacionada con la felicidad), reducir los niveles de estrés y tratar distintos tipos de fobias o trastornos.

Practicar la biofilia no es más que estar en contacto con la naturaleza: plantas y animales.

Hoy en día podría parecer una misión imposible para quienes vivimos en las grandes ciudades, con los tiempos casi cronometrados, rodearnos de entornos naturales. Sin embargo, se trata de una idea errada. No hace falta vivir en el medio del bosque o arriba de una montaña para poder conectar con la naturaleza.

La biofilia se encuentra en realidad más presente de lo que pensamos.

Salir a caminar por algún parque, hacer un picnic en una plaza, realizar ejercicio al aire libre, hacer una meditación al día con la musicalidad de algún entorno natural, (como el mar o el caudal del río). Ayuda también incorporar colores verdes en nuestros hogares y materiales naturales como piedras o madera. Colocar una pequeña fuente que nos regale el sonido del agua fluyendo. Adoptar y cuidar de un animalito. Estos son algunos de los tantos ejemplos que podemos incorporar en nuestra cotidianidad para ayudarnos a conectar un poco más con la naturaleza.

Se trata de estar atentos y buscar conectar con ese vínculo innato que tenemos los seres humanos con la naturaleza que solo tiene beneficios para nuestra salud tanto física como mental.

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