Y CUANDO SE VA ACABANDO EL VERANO…
FIN DEL VERANO – COMIENZO DE CURSO
Es bastante entendido el fin del verano como un punto de inflexión para retomar nuestra rutina más normalizada, también para incorporar nuevas prácticas o propósitos que hemos demorado hasta este momento.
En esta entrada nos centraremos en la SALUD Y BIENESTAR, así como en la importancia de nuestra MENTALIDAD para añadir y mantener actividades nuevas que en principio serán beneficiosas para cada uno de nosotros.
Aspectos importantes para favorecer nuestra salud en general, y prevenir posibles enfermedades, son:
- Retomar unos hábitos alimenticios en los que destaquen la Incorporación de frutas y verduras, podemos optar por por alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas. Alimentos como cítricos, espinacas, y pimientos rojos pueden fortalecer tus defensas.
- Siempre sin dejar de lado mantener una correcta Hidratación, bebiendo al menos 8 vasos de agua al día mantendremos las mucosas hidratadas, lo que ayuda a prevenir infecciones.
Además, de cara a mejorar nuestra condición física, e iniciar actividades deportivas:
- Podemos retomar el ejercicio gradualmente, empezando con rutinas suaves, (si hemos estado inactivos), comenzando con caminatas diarias o yoga, poco a poco iremos aumentando la intensidad.
- También es importante establecer un horario fijo, programándolas sesiones de ejercicio a la misma hora cada día para convertirlo en un hábito.
- De cara a mantener el interés, podemos alternar ejercicios aeróbicos y de fuerza, también mejorará nuestra condición física general (sin olvidar que podemos intenta nuevas disciplinas como el baile, el ciclismo o la natación, ya que pueden ser motivadoras y divertidas).
- Un punto a destacar es el ejercicio al aire libre, ¡¡aprovechemos el buen tiempo!! Realicemos actividades al aire libre mientras el clima aún lo permite. Esto también nos ayudará a obtener vitamina D.
En cuanto a nuestra Mentalidad… hay que tener en cuenta siempre reflexionar acerca de cuales son nuestras metas, si son realistas o no, ajustando los objetivos siempre que sea necesario, los plazos que nos marcamos, en caso de tener dificultades en el proceso es importante que evaluemos si tenemos que hacer modificación, y ser flexibles, y si nos sentimos mal o agobiados, podemos apoyarnos en las estrategias de gestión de nuestro malestar, así como el control de estrés o ansiedad.
Mantengamos una mentalidad de crecimiento, veamos los desafíos como oportunidades de aprendizaje. Esto nos ayudará a desarrollar resiliencia y a ver las dificultades como una parte natural del proceso de crecimiento.
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