Día Mundial de la lucha contra la depresión

Día Mundial contra la Depresión 2022

 

Cada 13 de enero se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Depresión. Esta es, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la principal causa mundial de discapacidad, afectando a más de 300 millones de personas en el planeta.

Desde el organismo internacional destacan que la depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo. Y es que se estima que afecta a un 3,8% de la población, incluidos un 5% de los adultos y un 5,7% de los adultos de más de 60 años.

De hecho, los expertos destacan que la depresión puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es recurrente y de intensidad moderada a grave. Incluso puede llegar a causar sufrimiento a la persona afectada y alterar sus actividades laborales, escolares y familiares.

Este trastorno es destino de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. En la actualidad existen tratamientos conocidos y eficaces contra los trastornos mentales. Aun así, más del 75% de las personas afectadas en los países de ingresos bajos y medianos no recibe tratamiento alguno.

Síntomas de la depresión

Cuando una persona tiene depresión y sufre un episodio depresivo, experimenta un estado de ánimo deprimido, que se caracteriza por la tristeza, irritabilidad o sensación de vacío. A esto hay que sumarle una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas.

Durante un episodio depresivo, la persona afectada experimenta dificultades considerables en su funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional y en otros ámbitos importantes. Además, la persona con depresión presenta otros síntomas como: Dificultad de concentración, sentimiento de culpa excesiva o de autoestima baja, falta de esperanza en el futuro, pensamientos de muerte o de suicidio, alteraciones del sueño, cambios en el apetito o en el peso, sensación de cansancio acusado o de falta de energía.

En determinados contextos culturales, algunas personas pueden expresar más fácilmente sus cambios de estado de ánimo en forma de síntomas somáticos (por ejemplo, dolor, cansancio, astenia), pese a que esos síntomas físicos no se deben a otra afección médica.

Tratamiento de la depresión

Los especialistas en atención a la salud pueden ofrecer tratamientos psicológicos a la persona con depresión, dependiendo la intensidad y tipología de los episodios depresivos a lo largo del tiempo. Ejemplos de esto es la activación conductual, la terapia cognitiva conductual y la psicoterapia interpersonal, y/o medicamentos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los antidepresivos tricíclicos.

La importancia de la prevención

La prevención en este tipo de trastornos es muy importante. De hecho, es evidente que los programas de prevención reducen la depresión.

Desde la OMS señalan que entre las estrategias comunitarias más eficaces encontramos los programas escolares para promover un modelo de afrontamiento positivo entre los niños y los adolescentes.

A esto hay que sumarle las intervenciones dirigidas a los padres de niños con problemas de conducta, que pueden llegar a reducir los síntomas depresivos de los padres y mejorar los resultados de sus hijos.

Por último, los programas de ejercicio para las personas mayores también pueden ser eficaces para prevenir la depresión.

Algunos consejos 

Si tenéis dudas acerca de cómo acompañar a alguien que tiene depresión, os invitamos a reflexionar sobre los siguientes aspectos:

  1. La escucha activa es en sí es muy poderosa. Aprender a escuchar sin juicio puede ser complicado, pero fundamental. La escucha activa tiene como objetivo estar presente en el acompañamiento y hacerlo desde una mirada amable.
  2. Validar los sentimientos y emociones del otro le ayudará a sentirse comprendido. Cuando invalidamos las emociones ajenas podemos generar culpa y que la persona que sufre crea que no tiene derecho a sentirse como se siente. Por ejemplo, si alguien dice con desesperanza que se encuentra mal y que no puede más, no será efectivo decirle “no te preocupes”, “no estés mal”, “¡sonríe, mira las cosas buenas que tienes a tu alrededor!” … Puede ser más acertado validar que se sienta así y acompañarle con frases del tipo “es normal que no puedas más y que estés preocupado”, “hay días que son más difíciles y se nos viene el mundo encima, pero cuenta con mi apoyo”. De esta manera, se sentirá acompañado, no juzgado y, sobre todo, seguro.
  3. Respetar los ritmos es esencial. Las personas que sufren depresión pueden tender al aislamiento y está bien animarlas a que salgan, den un paseo, tomen un café… Sin embargo, si no está preparada o no le apetece, debemos respetar su decisión sin imponer lo que pensemos que puede ser mejor para ella. Es decir, ser comprensivos y pacientes. En esta línea, cuando notemos esfuerzos por su parte es bueno transmitírselo mediante una palabra, un gesto o una sonrisa.
  4. Comprender que la depresión es una enfermedad. No es ni carácter ni personalidad. ¿Qué piensas sobre etiquetar como depresiva a una persona con depresión? La depresión forma parte de ella, pero ella es mucho más que eso. Además, etiquetar puede contribuir a quien sufre se esconda detrás de esta etiqueta, y desde ahí justifique su malestar y su queja.
  5. Trasmitir apoyo y esperanza. Hazle llegar el mensaje de que no está solo, que tiene cerca a alguien que le apoya en quien poder confiar y que hay una luz al final del túnel.
  6. ¿Te has planteado acompañarle para que reciba ayuda profesional? Si eres importante en su vida, seguro que se sentirá más arropado acudiendo a un profesional junto a ti. No todos sabemos pedir ayuda. No olvidemos que la ayuda profesional es imprescindible para su mejoría.
  7. Lo más importante de todo, el propio autocuidado. No podemos cuidar si no nos cuidamos. Escuchar nuestras emociones, atender nuestras necesidades, poner nuestros propios límites y respetar los espacios de descanso necesarios para cuidar el bienestar personal. Dice mucho de ti que quieras ayudar y ser compasivo con la historia dolorosa que puede haber detrás de una persona que sufre, pero no te olvides de ti y de tu propio sufrimiento.

 

 

 

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