¿Qué es la higiene personal?

La higiene personal es la forma en que cuidas tu cuerpo. Esta práctica incluye bañarte, lavarte las manos, cepillarte los dientes entre otras. Todos los días, se entra en contacto con millones de gérmenes y virus externos, los cuales, pueden permanecer en el cuerpo, y en algunos casos pueden llegar a ser perjudiciales o producir enfermedades. Las prácticas de higiene personal pueden ayudar a prevenirlas, además de influir en algunos aspectos de la vida, como la autoestima, la apariencia u otros ámbitos como el social o el laboral.

Tipos de higiene personal:

La idea de higiene personal que cada persona tiene es diferente. La clasificaremos de manera general en estas categorías:

  • Higiene en el baño: lavarse las manos después de usar el baño. Frotar con jabón durante 20 a 30 segundos, asegurándose la limpieza entre los dedos, en la parte posterior de las manos y debajo de las uñas, después enjuagarse con agua tibia y secar con una toalla limpia.
  • Higiene en la ducha: la preferencia personal puede determinar con qué frecuencia se realiza, pero mínimo lo recomendable es de al menos cada dos días. Frotarse con jabón en zonas como las axilas, ingles, cuello, vientre, rodillas, codos, espalda, genitales, pies.. ayuda a eliminar las células muertas de la piel, las bacterias y los aceites. Lavarse el cabello al menos dos veces por semana, el champú ayuda a eliminar la acumulación de piel y protege contra los residuos grasos que puedan irritar la piel.
  • Higiene de las uñas: recortar las uñas regularmente para mantenerlas cortas y limpias. Cepillar debajo con un cepillo de uñas para eliminar la acumulación, y la suciedad. Arreglar las uñas ayuda a prevenir la propagación de gérmenes en la boca y otras aberturas del cuerpo.
  • Higiene de los dientes: el cuidado de los dientes y las encías es una manera de prevenir las enfermedades de las encías y las caries. Cepillarse los dientes al menos dos veces al día durante dos minutos, como mínimo, después de despertarse y antes de acostarse. Es recomendable cepillarse los dientes después de cada comida. Si aparecen dudas sobre el modo o los enjuagues bucales, el dentista puede resolverlas.

Hábitos de higiene personal

Los buenos hábitos de higiene personal están directamente relacionados con menos enfermedades y mejor salud. Sin embargo, los malos hábitos de higiene personal pueden provocar algunos efectos secundarios, como por ejemplo el olor corporal o problemas en la piel.

Los hábitos no son más que comportamientos que se repiten una y otra vez, es decir, que también son conductas que inician de forma constante.

Una adecuada higiene puede afectar a la autoestima y a tener una buena apariencia, impulsando esto en la confianza de uno mismo, además también puede repercutir en nuestras interacciones sociales.

Creación de una rutina de higiene personal

  • Comenzar por un hábito que sea asequible y por el que se esté más motivado a trabajar.
  • Aprender un hábito nuevo lleva tiempo: no hace falta esperar al lunes para empezar. Ser consciente del cambio que se quiere hacer e incorporarlo en el día a día hasta ser capaz de mantenerlo en el tiempo.
  • Planifica y reserva un tiempo para ello, procura que sea siempre sea a la misma hora, encuentra tu mejor momento para realizar esa actividad. Por ejemplo, la ducha por las mañanas puede servir para despejarse y por las noches para favorecer el descanso.
  • Analiza la rutina y los comportamientos del día, identificar las acciones que no ayudan a conseguir el propósito diario que se ha marcado. Éstas son conductas que se repiten con mucha frecuencia e impiden crear hábitos de aseo personal y perder el tiempo en otras actividades. Te dejamos el siguiente ejemplo:

-Apago mi alarma.

-Apago mi alarma.

-Apago mi alarma.

-Me despierto.

-Veo mi teléfono por 30 minutos.

-Me levanto.

-Voy al baño.

-Fumo dos cigarrillos.

-Me hago un café y me lo tomo.

-Me ducho.

-Veo la televisión.

-Salgo corriendo de mi casa, porque llego tarde.

-Recuerdo que olvidé cepillarme los dientes y echarme desodorante.

  • La planificación de las actividades diarias, especificando en la medida que sea posible dónde, cuándo y cómo se va hacer. Esto evitará los comportamientos que alejan de tener hábitos saludables, y ayuda a tomar conciencia de las tareas que hay que hacer. Desde la noche anterior puede planificarse en 5 o 10 minutos decisiones como:

-Me levanto y preparo el desayuno (café y tostadas).

-Voy a utilizar esta ropa.

-Después de la ducha hago mi cama.

-Me ducho.

-Salgo de mi casa a las 9.00h para que me de tiempo a coger el autobús.

-Comeré al llegar a casa los filetes que compré ayer.

Para planificar la actividad ayuda a reformular frases con dicha estructura:

En (Describes el lugar, hora, día y/o situación), voy a (Describe lo que vas a hacer). Por ejemplo:

  • Voy a levantarme a las 8:30 haré las tostadas y después me pondré los vaqueros claritos y la camiseta blanca del armario.
  • Antes de acostarme a dormir, me cepillaré los dientes en el baño durante 5 minutos.
  • Luego de hacer mi cama, voy a bañarme como lo leí en el artículo de Mejora hábitos.

No se aplaza, se debe priorizar la actividad a la que se ha comprometido uno mismo a realizar en ese horario. Si surge algún imprevisto, habrá que organizarse para realizarlo en ese mismo día, sin demoras.

  • Establece recordatorios: si no recuerdas hacer cosas como ducharte, lavarte el cabello, cortarte las uñas o cepillarte los dientes, un recordatorio en el teléfono, en forma de alarma puede ayudar al principio, hasta que se termine interiorizando el hábito.
  • Letreros: colgados en lugares clave como el baño para lavarse los dientes o el fregadero para lavarse las manos antes de comer. Estos letreros pueden ayudar a refrescar la memoria y mejorar los hábitos de higiene.

Aumentar la conciencia de la población sobre la importancia de mantener unos buenos hábitos de higiene en espacios públicos, lugares de trabajo, el hogar o una buena higiene personal es vital para mejorar los niveles de salud globales y ganar en calidad de vida.

Según indica la OMS, para promover la higiene son necesarios cambios conductuales a través de la motivación, la información y la educación.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *