Adiós al síndrome postvacacional
Según se acerca el fin del verano y se aproxima la vuelta a la rutina, muchas personas sufrimos lo que se denomina «síndrome postvacacional». Este fenómeno no es otra cosa que la sensación de cansancio, falta de energía y dificultad para retomar las responsabilidades diarias después del parón que supone la época estival. Sin embargo, no vamos a sacar el pañuelo y darnos por vencidos, ya que, tenemos por aquí unos consejos para sobrellevar de una manera más agradable la vuelta a las responsabilidades.
Empieza la rutina poco a poco
Es importante no pasar tu nivel de actividad de 0 a 100, si no que es recomendable que este paso sea gradual. Comienza a ajustar tu horario de sueño y de comidas para que se parezca más a tu rutina habitual. Esto facilitará que tu cuerpo y mente se vayan «acostumbrando» al cambio.
Practica ejercicio regularmente
La actividad física va a favorecer que tu estado de ánimo mejore. Dedica tiempo a realizar ejercicio regularmente, ya sea, ir al gimnasio, una sesión de pilates o un simple paseo. Esto liberará endorfinas y te ayudará a recargar energías.
Planifica actividades emocionantes
Piensa que la vuelta a la rutina no implica que ya no puedas dedicar tiempo a hacer aquello que te gusta. Piensa y planifica actividades que te resulten divertidas y estimulantes . Tener algo emocionante que esperar al terminar con las «obligaciones», puede ayudar a contrarrestar la sensación de melancolía que a menudo acompaña el final de las vacaciones. Planifica la nueva escapada.
Mantén o inicia una alimentación equilibrada
Una alimentación saludable y equilibrada siempre es importante para sentirse bien y además, en esos primeros días de vuelta a la rutina, puede darte el empujón de energía y concentración que necesitas. Además de ser un buen propósito para empezar este nuevo inicio.
Practica técnicas de manejo del estrés
El estrés no es buen amigo del síndrome posvacacional, por lo que manejar técnicas de relajación puede ayudar a liberar las tensiones que puedan surgir con la vuelta a la rutina.
Establece metas realistas
Establece metas alcanzables que te motiven y movilicen. Pueden ser metas relacionadas con el trabajo, la formación, tener una vida menos sedentaria, comer más sano, leer más o retomar cualquier interés que hasta el momento no pudiste.
Mantén el contacto social
Por último, no debemos olvidar como influye el contacto con otros en nuestro bienestar emocional. Aunque estés de regreso en tus responsabilidades diarias, asegúrate de mantener el contacto con amigos y seres queridos para compartir experiencias y os podáis apoyar.
Piensa en positivo
Evita dedicar demasiado tiempo a recordar malas experiencias pasadas, días negros, situaciones estresantes vividas y focalízate en el presente, llevando tu mente a detectar buenas vivencias.
En resumen, el síndrome postvacacional existe pero no tiene por qué frenarte. Sigue estos consejos, para enfrentarte al regreso a la normalidad con más energía y motivación.
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